Invertir en propiedades puede ser una decisión inteligente, pero elegir entre un departamento nuevo o uno usado puede marcar una gran diferencia en la rentabilidad, el riesgo y la gestión de la inversión. A continuación, analizamos las principales diferencias para ayudarte a tomar una decisión informada.

1. Estado de conservación y mantención

Departamento nuevo:

• No requiere reparaciones ni mantenciones inmediatas.
• Está cubierto por garantías legales (estructural, terminaciones, instalaciones).

Departamento usado:

• Puede requerir arreglos (pintura, cañerías, instalación eléctrica, etc.).
• No cuenta con garantías; cualquier problema debe asumirlo el comprador.

2. Precio de compra

Departamento nuevo:

• Precio más alto por m².
• Se paga IVA (en caso de ser compra a inmobiliaria y con fines de inversión).
• Generalmente más costoso en zonas consolidadas.

Departamento usado:

• Precio más bajo por m².
• No paga IVA (si es entre particulares).
• Oportunidades de negociar directamente con el vendedor.

3. Plusvalía

Departamento nuevo:

• En zonas emergentes, puede tener buena proyección de plusvalía.
• En zonas saturadas, la plusvalía puede ser lenta o nula.

Departamento usado:

• En sectores consolidados, puede tener plusvalía moderada pero estable.
• Dependerá del estado del inmueble y su entorno urbano.

4. Rentabilidad por arriendo

Departamento nuevo:

• Atractivo para arrendatarios por diseño, eficiencia y tecnología.
• Menores gastos de mantención en los primeros años.

Departamento usado:

• Renta mensual puede ser similar o incluso mayor si está bien ubicado.
• El costo de mantención puede disminuir la rentabilidad neta.

5. Tiempo de entrega

Departamento nuevo:

• Si está en blanco o verde, puede demorar entre 12 a 36 meses en ser entregado.
• Si es entrega inmediata, se puede arrendar en poco tiempo.

Departamento usado:

• Entrega rápida, incluso inmediata.
• Permite generar ingresos por arriendo casi de inmediato.

6. Financiamiento y beneficios

Departamento nuevo:

• Algunas inmobiliarias ofrecen pago en cuotas del pie.
• Posibilidad de reservar con montos bajos.
• Bonificaciones y convenios con bancos.

Departamento usado:

• Financiamiento más directo, pero sin apoyo de inmobiliaria.
• Puede requerir más pie dependiendo del banco y condiciones del vendedor.

7. Costos ocultos

Departamento nuevo:

• Posibles gastos por habilitación, contribuciones, escrituras y recepción final.
• Eventuales alzas en gastos comunes en edificios recién formados.

Departamento usado:

• Posibles deudas de contribuciones o gastos comunes anteriores.
• Revisión más exhaustiva del estado legal y estructural del inmueble.

Conclusión

Ambas opciones pueden ser buenas inversiones, pero la elección dependerá de tu perfil como inversionista:

• Si buscas comodidad, garantías y bajo mantenimiento inicial, un departamento nuevo puede ser más adecuado.
• Si prefieres mayor rentabilidad inicial, menor inversión y entrega inmediata, el mercado de usados puede ser más conveniente.

La clave está en analizar cada caso particular, considerando ubicación, precio, proyección de plusvalía y condiciones legales del inmueble.