Aquí tienes una selección de casos reales de conflictos en copropiedad inmobiliaria en Chile, junto con un resumen de cómo se resolvieron en la práctica, ya sea mediante la Ley de Copropiedad Inmobiliaria, tribunales o mediación extrajudicial. Estos ejemplos son útiles tanto para administradores como corredores de propiedades:
Caso:
En un condominio de Santiago Centro, vecinos denunciaron reiteradamente a un departamento que se arrendaba por día a turistas, generando fiestas y ruidos molestos durante las noches. El Reglamento de Copropiedad no prohibía expresamente el arriendo temporal.
Resolución:
La comunidad modificó el Reglamento de Copropiedad mediante asamblea extraordinaria para restringir los arriendos por menos de 30 días, con quórum de 2/3. Luego, se notificó al propietario. Tras nuevas infracciones, se le aplicaron multas reiteradas, y finalmente se acudió al Juzgado de Policía Local, que ratificó las sanciones por afectar la convivencia y tranquilidad del condominio.
Caso:
En un edificio en Viña del Mar, un propietario dejó de pagar los gastos comunes por más de 3 años, acumulando una deuda superior a $3.000.000. Alegaba mala administración y se negaba a reconocer el monto.
Resolución:
El administrador, con respaldo del comité, inició una cobranza judicial según el artículo 16 de la Ley N° 21.442. Se obtuvo una resolución favorable en el Juzgado Civil, que ordenó el pago de la deuda con intereses y costas judiciales. Además, se embargó el estacionamiento del deudor como medida de cumplimiento.
Caso:
Una copropietaria ingresó a vivir con su perro en un edificio cuyo reglamento prohibía tener mascotas. La comunidad exigió su retiro inmediato.
Resolución:
La propietaria presentó un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones, que falló a su favor. El tribunal indicó que la cláusula del reglamento era desproporcionada y atentaba contra el derecho de propiedad y la vida privada, siempre que no se generaran molestias. Se recomendó a la comunidad actualizar el reglamento, regulando en vez de prohibir, con normas de tenencia responsable.
Caso:
En un condominio de Ñuñoa, un copropietario cerró su balcón con ventanales de aluminio sin permiso del comité ni de la municipalidad, alterando la fachada del edificio.
Resolución:
La administración envió cartas formales solicitando la restitución del diseño original. Ante la negativa, se presentó una denuncia a la Dirección de Obras Municipales (DOM) por intervenir fachada sin permiso. La DOM instruyó una multa y la obligación de retirar la estructura. El propietario tuvo que asumir los costos.
Caso:
En un edificio con locales comerciales en el primer piso, uno de los locales comenzó a usar el hall de acceso como bodega de cajas y materiales, obstruyendo el paso y afectando la seguridad.
Resolución:
La administración advirtió al propietario y al arrendatario por escrito. Al persistir el incumplimiento, se impusieron multas diarias conforme al reglamento. Posteriormente, se acudió al Juzgado de Policía Local, que ordenó la restitución del bien común y validó las sanciones. El contrato de arriendo también fue modificado para incluir una cláusula de respeto al uso de espacios comunes.